El insondable mar de energía del cual emerge el mundo que percibimos
- FUENTE Alejandro de Pourtales
Nueva evidencia parece confirmar lo propuesto por la teoría de
cuerdas: existe un vibrante mundo oculto en la profundidad de la
materia, el cual afecta la realidad macroscópica que percibimos.
We are like islands in the sea, separate on the surface but connected in the deep. — William James
¿Qué río es éste
por el cual corre el Ganges?
¿Que río es éste cuya fuente es inconcebible? – Jorge Luis Borges
por el cual corre el Ganges?
¿Que río es éste cuya fuente es inconcebible? – Jorge Luis Borges
La raíz del loto es el agua toda
Una nueva teoría sugiere que detrás de
las cosas, del mundo de las apariencias y de los objetos, yace un mar
radiante donde incluso las partículas atómicas se diluyen en una unidad
holográfica. Desde el inicio de la física cuántica hemos observado una
especie de carrera intraespecial por llegar al fondo de la materia y
definir un límite: un ladrillo fundamental (building block) del
cual todo se construye. Esta empresa atómica es la esencia de la
ciencia: segmentar un fenómeno hasta su más mínimo denominador para
poder analizarlo como una entidad separada. ¿Pero qué sucedería si no
existieran las entidades separadas, si las partículas y los fenómenos
que integran fueran apenas una percepción superficial de una realidad
más profunda, como una ola en un mar sin fondo? Quizás nos veríamos
abrumados, como en una borrasca que desvanece el límite entre el cielo y
la tierra. A la vez que estaríamos acercándonos a una entendimiento más
profundo de la materia –acercándonos quizás, en la cresta de la sed de
totalidad, a llevar la sensación oceánica del misticismo a un cuerpo de
conocimiento científico.
La ciencia admite la intuición poética
–en tanto que la imaginación es el conducto o la herramienta epifánica
para descubrir el velo de la naturaleza. Que existe una unidad
subyacente del cual emergen los fenómenos que percibimos como la
realidad ha sido propuesto por diversas filosofías ligadas al
misticismo. Un ejemplo es el concepto de vacío e ilusión del hinduismo
que fue tomado por Arthur Schopenhauer para concebir su sistema basado
en un Mundo de la Voluntad y un Mundo de la Representación. La filosofía
de Schopenhauer tiene su avatar en la física en el Orden Implicado y
el Orden Explicado propuesto por David Bohm, en parte como una forma de
conciliar irregularidades entre la física cuántica y la relatividad,
pero también desde la influencia del pensmaiento oriental,
específicamente de Krishnamurti, con quien entabló una larga amistad.
Sondeando la profundidad al interior del espacio –las variables
ocultas–, Bohm utilizó la metáfora del holograma para comunicar la
naturaleza incomensurable de la materia en su orden implicado: que cada
partícula y cada fenómeno eran en realidad sólo una representación de la
totalidad, surcando el espacio-tiempo como ondas de agua en la
superficie de un estanque. “Propongo que cada momento en el tiempo es
una proyección del orden implicado total”.
La teoría cuántica señala que existen
campos de energía que permean el universo, los cuales se comportan en
ocasiones como partículas y en otras como ondas. Nueva evidencia
sugiere que las partículas y las ondas que medimos son solamente la
manifestación superficial de una energía que yace oculta –los campos que
observamos serían solamente como la superficie del mar y las ondas y
las partículas la turbulencia en esa superficie. Científicos de Harvard y
de la Universidad
de California en Santa Barbara consideran que el nivel superficial de
desripción del mundo subatómico ya no es suficiente para describir todos
los fenómenos. Estudiando una extraña forma de materia conocida como cuprates
–metales que contienen cobre y que exhiben la propiedad de
superconductividad en altas temperaturas–, han encontrado que la materia
subatómica parece estar reflejando una serie de propiedades más
profundas, que podrían estar vibrando en otras dimensiones, en sintonía
con los postulados de la teoría de cuerdas.
Esta correspondencia multidimensional de
eventos fue demostrada por el físico Juan Maldacena, quien logró
correlacionar matemáticamente eventos diferentes sucediendo en 3-D con
eventos en regiones de 2-D (eventos en 4-D corresponden a eventos en 3-D
y eventos en 5-D con eventos en 4-D, y así sucesivamente). Según este
modelo la masa y las propiedades macroscópicas corresponden a
vibraciones e interacciones de diferentes formas de materia
(posiblemente la espectral materia oscura) y fuerzas que surgen de las
conexiones de las cuerdas –las cuales viven dentro de ese mar
metafórico. Esto se conoce como la dualidad holográfica, según acuñó
Maldacena en 1997: la superficie bidimensional de este mar sería
descrita por la mecánica cuántica; los eventos dentro del mar serían
descritos por la teoría de cuerdas, se traducirían matemáticamente en
eventos en la superficie e incluirían a la fuerza de la gravedad.
Paradójicamente, cuando la superficie del mar imaginario se encuentra en
calma, esto es el reflejo de complejidad y agitación interna (la
tranquilidad es el resultado de una gran cantidad de energía). La
mayorías de los objetos materiales tienen partículas relativamente
estables, por lo que al parecer son el resultado de una especie de
tormenta perfecta interna.
Materiales como los cuprates
pertenecen a la categoría de una fuerte interacción en la superficie,
hasta el punto de que pierden su propia individualidad en la fuerza de
su correlación. “Estos efectos colectivos sumamente complejos de la
mecánica cuántica son hermosamente capturados por la física de los hoyos
negros”, dice Hong Liu, profesor de MIT. “Para los sistemas de fuerte
correlación, si colocas un electrón en el sistema, inmediatamente
desaparecerá –ya no puedes rastrearlo”. Así estos electrones que en
algunos casos se comportan como “ladrillos de construcción”, en otros se
comportan como excitaciones colectivas –mismas que no pueden
describirse por los modelos cuánticos actuales y podrían corresponder a
las propiedades de hoyos negros en dimensiones superiores.
Una teoría de la gravedad cuántica
podría tener que abandonar la noción de que los constituyente básicos de
la materia son partículas, y considerar que los eventos que surgen en
la superficie del “mar” son eventos unidos a una serie de eventos a una
mayor profundidad. Las implicaciones filosóficas de esto serían
enormes, ya que en cierto sentido todo lo que ocurre en nuestro entorno
sería la manifestación superficial de un orden más profundo, de una
vibración hiperdimensional. El fondo de ese mar (del cual surge el mar)
es inconmensurable, su fuente inconcebible.
David Bohm veía la relación entre la
conciencia y la materia de manera similar a la dualidad holográfica: el
contenido implicado de la conciencia se manifiesta en el tiempo-espacio
como un fenómeno material que guarda relación con la totalidad de la
cual emerge. En la visión de Bohm, la materia oscura y las supercuerdas
extradimensionales serían articulaciones de la conciencia. Según el
Advaita Vedanta, la conciencia no es una propiedad del Brahman (lo
inconmensurable, lo inmutable, dios), sino que es su misma
naturaleza. ¿No hay diferencia entre ese mar del cual emerge el mundo y
la conciencia? Según Herr von Welling, con sólo un grano de sal y una
partícula de la piedra filosofal en el agua, se puede construir un nuevo
universo; según William Blake en un grano de arena se encuentra un
mundo entero. Estas son sólo metáforas, acaso deseos sugestionados de
encontrar un sentido más profundo, pero ¿quién puede argumentar que el
mar original, el mar genético, el mar en el que emergen los hombres y
las estrellas, no está implicado indeleblemente en cada cosa?
Twitter del autor: @alepholo
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años